Cómo empezar a aumentar tu productividad

 

 

 

Cuando contempla su nivel de productividad, es fácil quedar atrapado en cuánto es capaz de hacer en un día, semana, etc. determinados. La productividad cuantificada es algo que cualquiera puede calcular. Es por eso que métricas como Inbox Zero se han vuelto tan populares para comprender si ha tenido un día productivo o no.

El problema de utilizar números para medir consistentemente la productividad –especialmente la productividad personal– es que no siempre ofrecen una imagen precisa. Claro, te dirán cuánto terminaste algo, pero no necesariamente te dirán si esas fueron las cosas correctas que debías hacer o no.

Aquí es donde entra en juego el matiz de la productividad cualitativa.

 

La productividad cualitativa se basa en la idea de que aquello con lo que se ha sido productivo es de calidad superior. Esencialmente, puedes terminar haciendo muchas menos tareas, pero el impacto a largo plazo que tienen es mayor que el que la productividad cuantitativa puede lograr. Llegar a Inbox Zero todos los días puede hacerte sentir bien con más frecuencia, pero si no haces las cosas que tienen el mayor impacto, no verás (ni medirás) el panorama completo de tus tareas hasta su finalización.

No estoy sugiriendo que se deba abandonar por completo la productividad cuantitativa. Es una medida importante. Pero no debería ser la única –ni siquiera la principal– manera de determinar cuán productivos hemos sido. Lo que necesita es un equilibrio saludable entre productividad cuantitativa y cualitativa.

Y ahí es cuando debes considerar aumentar tu productividad. Así podrás medir con mayor precisión tu productividad.

El ritmo de su productividad puede presentarse de muchas formas.

Estimulación por prioridad

¿Sabes lo que puede pasar cuando te concentras en hacer todo lo posible en un día? Es posible que pierda de vista cuáles son las tareas más importantes en las que debería concentrarse.

Ahí es cuando terminas con una falsa sensación de cuán productivo fuiste ese día; Has hecho muchas cosas pero no la más importante.

Cuando controlas tu productividad en función de tus prioridades, progresarás en lo que priorizas. Esto significa que harás lo más importante, sin importar cuánto tiempo te lleve, tal vez incluso dividiéndolo en cosas más pequeñas que puedas hacer para avanzar en tu progreso.

El resultado final de aumentar su productividad de esta manera es que es posible que no termine con todas las tareas tachadas de su lista de tareas pendientes, pero sí las más importantes. También empezarás a medir tu productividad de una forma más equilibrada.

Estimulación basada en energía

Por cierto, cuando priorizas no significa que harás eso primero. Si eres como yo, esperarás hasta que tu energía esté mejor adaptada para trabajar en esa prioridad.

Cuando controlas tu productividad en función de la energía, abordarás tus tareas pendientes según tu reloj biológico.

Si eres una persona madrugadora (o Leo, como se señala en El poder del cuándo), entonces será mejor que te sirvas a ti mismo y a tu lista de tareas pendientes asumiendo las tareas más sensibles a la energía temprano en el día. Así que enfréntate a aquellos que no necesitan lo mejor de ti cuando el día llegue a su fin.

 

Si eres como yo, trabajarás al revés. Soy un ave nocturna (o un lobo). Así que comienzo mi día con tareas de baja energía y luego paso a tareas de alta energía a partir de la tarde. De hecho, escribo esta publicación de blog a las 3 p. m., durante el tema horizontal de 2 p. m. a 6 p. m. Este marco de tiempo temático es uno que reservo cada día de la semana para las Escrituras.

Entonces, en lugar de realizar sus tareas diarias en orden secuencial o de prioridad, intente estimular su productividad de la misma manera que funciona su reloj biológico. Si hace esto, podrá aportar la cantidad ideal de energía, concentración y esfuerzo a cada tarea.

Estimulación por limitación

Hay mucho que puedes hacer en un día. A menudo sobreestimamos ese número. Cuando estimamos lo que podremos hacer en un día y no logramos alcanzar esa cifra, no es sólo nuestra percepción de nuestra productividad la que se ve afectada. Puede afectar nuestro bienestar general. Blog sobre productos para la limpieza del hogar

Jesse Itzler soluciona este problema evitando todo el concepto de “número X en un día”. En cambio, amplía el alcance a una semana.

Puedes hacer lo mismo. Quizás deberías.

En lugar de llegar a Inbox Zero todos los días, intente llegar todas las semanas. (Si Inbox Zero es para usted, claro está). En lugar de escribir 1000 palabras al día, intente escribir 5000 a la semana. Pierde un día y podrás recuperarlo en otros días.

Habrá actividades que querrás hacer en ciertos días. Dé a estas tareas espacio para respirar. No te sobrecargues con otras tareas que no necesitas o no quieres hacer esos días.

Las limitaciones son importantes. Tiene sentido establecer límites bien pensados, así que establezca algunos de forma diaria, semanal y mensual. Cuando superes estos límites, podrás ampliarlos en el futuro. En algún momento encontrarás ese punto ideal… y ese punto puede variar según el día, la semana o el mes.

Si estás dispuesto a explorar esta forma de aumentar tu productividad, te invito a comenzar con un límite que creo que funciona bien. Es un número que te permite prestar atención a tus intenciones sin dejar de lado las demandas de los demás en el proceso. (En otras palabras, tanto usted como aquellos a quienes afecta lo que hace reconocerán lo productivo que es.

El número es 6.

Y si desea explorar el poder de este número, consulte mi programa de productividad, The Six, aquí. Somos seres humanos, no acciones humanas. Aumentar tu productividad te ayudará a estar a la altura. Sólo porque la tecnología permite que las cosas sucedan más rápido que nunca no significa que todo pueda (o deba) suceder a esa velocidad vertiginosa. Después de todo, hay una razón por la que existe el término “velocidad vertiginosa”.

Pruebe cualquiera (o todas) de las formas anteriores para aumentar su productividad y sé que sentirá más como si no estuviera “haciendo” algo productivo. Sentirás (y sabrás) que eres productivo.

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2024-11-28

 

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